Bicentenario

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Primera Junta

martes, 4 de mayo de 2010

A 200 años del Bicentenario


Fuente: http://www.slideshare.net/katyelyayecaro2010/a200ao

lunes, 3 de mayo de 2010

El Cabildo Abierto del 22 de Mayo

Aquel histórico Cabildo Abierto fue, una reunión de “la gente decente”, de “los vecinos respetables”. También resultó una reunión donde se guardaron buenos modales y maneras respetuosas y donde el disenso se dirimió en el alto nivel de las ideas.
Se incorporan “fraudulentamente” personas que no debían concurrir a tan importnte evento, “entre ellos muchos pulperos, muchos hijos de familia, talabarteros, hombres ignorados” y un testigo agrega con escándalo “ese número y esa clase de gente decidieron en congreso público de la suerte de todo el virreynato, con miras de decir América”. Así, pues el Cabildo Abierto estaba muy lejos de recoger la opinión del “vecindario pudiente”, como se ha dicho tantas veces. Por el contrario, su composición se democratizó profundamente y de ahí el resultado de la votación. Dos parecen haber sido las formas de ingreso de los hombres del pueblo al cónclave de “vecinos”. Una, “que la imprenta de Niños Expósitos, donde se hizo la impresión de las tarjetas, estaba a cargo de Agustín Donado, (uno de los chisperos que acompañaba a French) y esto permitió obtener subrepticiamente las esquelas necesarias para distribuirlas entre los partidarios”. Otra, la acción de los grupos de choque apostados en las esquinas del Cabildo que mientras amenazaban a los grandes señorones mandándolos de vuelta a sus casas, facilitaban el ingreso a los amigos de la revolución. En la imagen idílica de los “democráticos” modelada por la historia mitrista, disuena con la intervención de la trampa o la fuerza, pero sin embargo, quienes tomaron la Bastilla en la Francia de 1789 para enarbolar los Derechos del Hombre eran seguramente mucho menos amables y moralistas que los nuestros. De nuevo, pues el pueblo, pariendo la revolución. No hay pues medulosos cambios de ideas, ni buenos modales, ni patricios respetables polemizando únicamente, con sesudos abogados, sino un grupo de privilegiados dispuestos frenéticamente a resguardar con uñas y dientes sus fortunas y su posición social, frente a otro grupo, intrépido y fogoso, animado por el espíritu de la revolución.
Castelli afirmaba: “Aquí no hay conquistados ni conquistadores, aquí no hay sino españoles los españoles de España han perdido su tierra. Los españoles de América tratan de salvar la suya. Los de España que se entiendan allá como puedan... Propongo que se vote: que se subrogue otra autoridad a la del virrey que dependerá de la metrópoli si ésta se salva de los franceses, que será independiente si España queda subyugada”. La independencia aparece así planteada como una eventualidad futura, en función de los acontecimientos que se desarrollen en España, ratificando de este modo el carácter democrático y no separatista, como objetivo en sí mismo, por parte de los revolucionarios.

Fuentes: http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article725